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Carta del presidente del Global Council for Tolerance and Peace, Ahmed Bin Mohamed Aljarwan, al alcalde de Málaga Francisco de la Torre.

En una amistosa carta de presidente del Global Council for Tolerance and Peace, Ahmed Bin Mohamed Aljarwan, ha realizado una invitación personal al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y a través del alcalde a todos los malagueños y malagueñas, a formar parte activa de los cambios sociales, tecnológicos, económicos y morales que, a los que, sin duda, nos enfrentaremos todos cuando pase la crisis sanitaria del Coronavirus Covid-19.

En la misma, le invita “a redoblar los esfuerzos para valorar y apoyar la medicina, la ciencia, la investigación científica y los valores humanos. Alentar a las personas a contribuir a su economía y sociedad, a unir esfuerzos para luchar contra este enemigo común con fe, solidaridad, tolerancia, sabiduría y nuestros valores humanos. Este es el momento adecuado para tener más defensores de la tolerancia y constructores de paz” entre otras en una carta que reproducimos de forma literal por el peso social que contiene en sí misma, y de compromiso de colaboración en estos nuevos tiempos a los que nos enfrentaremos como sociedad.

Sr. D. Francisco De la Torre Prados. Alcalde de Málaga

Todos los días, el COVID-19 alcanza un nuevo hito desgarrador en nuestra vida. Más de 426.000 casos de coronavirus y 19.000 muertes, han sido confirmadas a fecha de 25 de marzo de 2020. Un nuevo virus, que nos mantiene contenidos en nuestros hogares, está reorientando nuestra relación a nivel nacional e internacional, incluso entre nosotros.

Las pérdida en todas, y cada una de las familias, es una tragedia, pero es del mimsmo modo, una oportunidad para trabajar duro para detener el contagio del virus y mantenerse a salvo. Todos y cada uno de los países, están haciendo retroceder el virus de una manera inteligente y diferente, alentando al resto del mundo a realizar el mismo esfuerzo.

Por otro lado, los momentos de crisis representan la oportunidad de utilizar la tecnología, apreciar la vida, tener fe y creencia, estar unidos y apreciarse mutuamente.

Aquellos que están en la primera línea contra el coronavirus, no son reclutas ni hombres de la fuerza armada; son nuestros médicos, enfermeras, farmacéuticos, maestros, cuidadores, empleados de tiendas, trabajadores de servicios públicos, propietarios de pequeñas empresas, autónomos y empleados. Estas personas están arriesgando su salud y vida por nosotros com verdadero patriotismo. Deberíamos reconocerlos, potenciar la investigación científica y apoyarlos.

Nuestro estilo de vida está cambiando. Después de estar cómodos con la presencia de otros, tocar cosas y respirar el aire en un espacio cerrado, ahora estamos distantes.

A lo que enfrentamos hoy es un enemigo común. Es una amenaza común, que no distingue de colores. Es el momento de comenzar a promover patrones más constructivos en nuestro discurso cultural y político.

El tiempo para el cambio está claramente madurando. Para reorientar la política, hacer nuevas inversiones sustanciales en bienes públicos, de forma muy especial, en al ámbito de la salud y los servicios públicos, para empoderar a las mujeres, alentar a los investigadores científicos, y promover más valores de tolerancia y paz en nuestra cultura.

Este virus nos obliga a reconsiderar quiénes somos y lo que valoramos. Nos ayudará a redescubrir la mejor versión de nosotros mismos para un mundo pacífico y estable. Por lo tanto, está impulsando el cambio, ya que reveló los fallos en nuestro sistema de atención médica, nuestro sistema de investigación y académico, nuestro sistema de gobierno, nuestro sistema de seguridad y nuestras relaciones humanas.

Deberíamos repensar el uso de la tecnología para servirnos de manera más eficiente y efectiva, para facilitar nuestra vida utilizando la realidad virtual, la realidad aumentada, la telemedicina, la nanotecnología y la inteligencia artificial.

Le invito a redoblar los esfuerzos para valorar y apoyar la medicina, la ciencia, la investigación científica y los valores humanos. Alentar a las personas a contribuir a su economía y sociedad, a unir esfuerzos para luchar contra este enemigo común con fe, solidaridad, tolerancia, sabiduría y nuestros valores humanos. Este es el momento adecuado para tener más defensores de la tolerancia y constructores de paz.

Redacción Andalucía

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