Relatores de la ONU denuncian homicidios de defensores de los derechos humanos en Guatemala
Once activistas indígenas han sido asesinados en dos meses. Expertos de la ONU piden una investigación independiente y que el Estado dialogue con la sociedad civil.
Un grupo de expertos* en derechos humanos de las Naciones Unidas advirtió este jueves sobre el reciente incremento de homicidios, asaltos y amenazas contra defensores de los derechos humanos en Guatemala.
Entre los meses de mayo y julio once activistas** fueron asesinados en el país centroamericano. La mayoría de ellos eran indígenas que buscaban proteger a sus comunidades de abusos relacionados con el desarrollo y las actividades de las empresas.
«Nos preocupa que la frecuencia y severidad de estos ataques puedan tener repercusiones en toda la población, enviando un mensaje de que existen consecuencias peligrosas si se defienden los derechos humanos, especialmente dado que estos crímenes a menudo quedan impunes», destacaron.
Igualmente, emplazaron a las autoridades del país centroamericano a investigar los asesinatos “de manera objetiva, transparente e independiente” y a llevar a los responsables de esas acciones ante la justicia.
Los expertos denunciaron que los defensores sufren “un ambiente creciente de estigmatización”, que se extiende incluso a las redes sociales, debilitando “la legitimidad de su trabajo”.
Asimismo, destacaron que son víctimas de procesos judiciales con poco fundamento donde no siempre se respetan las garantías procesales.”Los relatores especiales resaltaron la importancia de que se produzcan encuentros entre el Estado y la sociedad civil “para escuchar sus preocupaciones con el objetivo de restablecer el espacio cívico y fortalecer las medidas de protección para los defensores de los derechos humanos».
En este ámbito señalaron que diversos proyectos de ley en fase de estudio en el Congreso podrían afectar al trabajo de la sociedad civil y dificultar la defensa y promoción de los derechos humanos.
Finalmente, los expertos también emplazaron a las empresas a colaborar con los defensores y considerarlos como “socios clave” de sus actividades comerciales.