المجلس العالمي للتسامح والسلام

Nota de prensa

Partiendo de que la libertad es un derecho para todos los seres humanos (un derecho como creencia, ideología, expresión y práctica), y que las religiones llaman a aferrarse a los valores de la paz y la promoción del conocimiento mutuo, de la fraternidad humana y la coexistencia, independientemente de la religión, el color, el sexo, la etnia y la lengua; teniendo en consideración que el diálogo, la comprensión, el impulso de la cultura de la tolerancia, la aceptación del otro y la convivencia contribuyen a contener y resolver muchos de los problemas sociales, políticos y económicos; debido a que cualquier intento de atentar las religiones supone una violación flagrante de todas las disciplinas religiosas y de las leyes internacionales; y de acuerdo con lo que establece el Documento de la Fraternidad Humana, el Consejo Global para la Tolerancia y la Paz (GCTP, por sus siglas en inglés) condena enérgicamente los acontecimientos ocurridos en Suecia y la quema del Noble Corán, que suponen una clara vulneración de las leyes y normas internacionales que establecen la necesidad de comprometerse a respetar los libros sagrados, las creencias y las religiones de los pueblos. El Consejo Global para la Tolerancia y la Paz subraya que dichas prácticas y comportamientos polarizan a aquellas personas malintencionadas hacia el extremismo y la radicalización, cuyo precio pagan los inocentes en las diferentes partes del mundo, además crean un círculo de violencia que costará mucho hacerle frente. Instamos a todos los legisladores del mundo a elaborar legislaciones nacionales para combatir y neutralizar dichas prácticas con el fin de evitar aquellos intentos de sedición y socavación de la estabilidad y la paz mundiales.

El presidente del Consejo Global para la Tolerancia y la Paz, S.E. Ahmed Bin Mohamed Al Jarwan, ha sostenido que atentar contra la los sentimientos religiosos no supone, en ningún momento, una libertad de expresión o opinión, sino una práctica no civilizada que contradice y vulnera los valores y los principios religiosos, los derechos humanos, y las libertades fundamentales; exacerba e incita a la violencia y el odio; y peligra la seguridad, la estabilidad y la convivencia.
Al Jarwan ha llamado a la comunidad internacional, representada en la ONU y sus organismos pertinentes, a la importancia de combatir dichos actos execrables y de poner legislaciones internacionales que criminalizan los atentados contra los libros sagrados y garantizan el mantenimiento de los derechos de los musulmanes en practicar sus prácticas religiosas dentro de las sociedades donde viven.
Ahmed Al Jarwan ha recalcado que combatir el extremismo es una responsabilidad común y ha destacado que él trabaja sin descanso, a través del GCTP, sus órganos correspondientes, esto es, el Parlamento Internacional para la Tolerancia y la Paz (IPTP, por sus siglas en inglés) y la Asamblea General, y sus socios, para promover los valores del diálogo, la tolerancia y la convivencia; reforzar la cultura de la paz y la aceptación del otro; fomentar la sensibilización sobre los valores compartidos; combatir el odio, el extremismo y la exclusión; combatir los atentados contra las religiones y las creencias; y rechazar todos los actos de odio por la religión, la etnia o la confesión.

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