El 25 de mayo de 2021, el presidente de Angola, Excmo. Sr. João Manuel Gonçalves Lourenço, ha pronunciado un discruso ante el pueblo y el gobierno angoleños en la capital Luanda, haciendo un llamamiento a la paz, la reconciliación y la tolerancia en un gesto histórico que coincide con los objetivos del Consejo Global para la Tolerancia y la Paz en implusar la tolerancia y la paz. Se adjunta el texto la palabra del presidente de Angola:
Discurso del presidente de Angola para la Nación ante el gobierno angoleño
25 de mayo de 2021
Su Excelencia vicepresidente de la República de Angola
Su Excelencia presidente de la Asamblea Nacional de Angola
Excmo. Srs. Miembros del Consejo de la República
Honorables líderes de la Iglesia
Estimados miembros de la Comisión de Reconciliación en Memoria de Conflictos Políticos
Estimada audiencia e invitados
Queridos compatriotas
Mañana se cumplen 44 años de esos trágicos sucesos que provocaron una gran tristeza en nuestro país el pasado 27 de mayo de 1977. También se cumplen dos años de la independencia nacional, por la cual tanto hemos luchado.
En ese momento era imaginable que las divisions internas entre los movimientos de liberación afectarían el interior del país durante la época de la post independencia y provocarían tantas consecuencias trágicas que dejaron profundas cicatrices en el corazón de los angoleños.
Un grupo de ciudadanos organizados ha llevado a cabo un fallido intento de golpe, que causó la muerte de altos responsables en el poder, especialmente el ministro Saidy Vieira Dias Mingas, los comandantes Paulo Silva Mungungu “Dangereux”, José Manuel Paiva “Bula”, Eugénio Veríssimo da Costa “Nzagi ”, Eurico Gonçalves y los ciudadanos Hélder Ferreira Neto, António García Neto, Cristiano dos Santos y Adelino Recua.
Para restablecer el orden constitucional, la reacción de las autoridades en ese momento ha sido desproporcionada y extremista, con ejecuciones sumarias llevadas a cabo por un número indeterminado de ciudadanos angoleños, mucho de ellos inocentes.
La posición de un Estado frente a situaciones adversas y extremadamente estresantes debe ser considerada y medida, siempre que sea posible, debido a las mayores responsabilidades que tiene el Estado en la defensa de la Constitución, el Derecho y la vida humana.
En los últimos años, Angola ha estado desempeñando un papel en la promoción de la paz en la región a través del diálogo, aliviando tensiones y conflictos internos o interestatales.
La posición de un país ante tales situaciones adversas y extremadamente estresantes debe ser considerada y mesurada, siempre que se posible, partiendo de las mayores responsabilidades que dicho estado asume en defensa de la constitución, el derecho y la vida humana.
Durante los últimos años, Angola ha estado desempeñando un papel en la promoción de la paz en la región, a través del diálogo y la distensión disminuyendo los conflictos internos y aquellas disputas internacionales.
Creemos que esta acción de nuestra diplomacia es importante, sin embargo, lo más importante es trabajar constantemente para cicatrizar definitivamente aquellas heridas que todavía predominan en nuestros conflictos políticos.
El 4 de abril de 2002, nuestro país inició un proceso de reconciliación nacional, ampliamente aplaudido y alentado, pero debe ser continuo y con el compromiso de todos de renovarlo constantemente, con el fin de reforzarlo y consolidarlo.
En este sentido, hemos decretado una Orden Presidencial del 16 de mayo de 2019 para constituir la Comisión de Reconciliación en Memoria de Víctimas de Conflictos Políticos desde nuestra independencia nacional, que ha trabajado en un ambiente de armonía entre los representantes de los partidos políticos y con un escaño parlamentarios para los miembros de las organizaciones de la sociedad civil y los familiares de las víctimas.
En ese momento, eso parecía ser una práctica cosmética sin objetivo claro que lograr. Con el paso del tiempo, se iban despejando las dudas y los escepticismos de muchos dando una esperanza de que el proceso se está haciendo cada vez más serio. Hoy podemos afirmar que la confianza ha superado dicho escepticismo y que el éxito de la labor de la CRMVCP ha animado al jefe de Estado a dar el importante paso que hoy anuncia.
Queridos compatriotas,
No es el momento de señalar con el dedo a los culpables. Es importante que cada uno de nosotros asuma sus responsabilidades. Inspirados en este espíritu, nos presentamos ante todas las víctimas de los conflictos y ante el pueblo angoleño, para pedir humildemente, en nombre del Estado de Angola, las disculpas públicas y el perdón por el gran daño ocasionado por las ejecuciones sumarias perpetradas en aquel momento y bajo esas circunstancias. Esta disculpa pública y este perdón no son simplemente palabras, sino que reflejan nuestro sincero pesar y disposición a poner fin a la angustia que llevan consigo las familias, debido a la falta de información sobre el destino y la suerte que han corrido sus seres queridos.
Queridos compatriotas, angoleñas y angoleñas
Mañana, iniciaremos simbólicamente el proceso de entrega de los primeros certificados de defunción a los familiares del 27 de mayo.
En los próximos días, comenzaremos el proceso de búsqueda de los restos mortals de Alves Bernardo Baptista (Nito Alves), Jacob João Caetano (Monstruo inmortal), Ernesto Eduardo Gomes da Silva (Bakalof), Sita María Dias Valles (Sita Valles), José Jacinto da Silva Vieira Dias Van-Dunem (Zé Van-Dunem), António Urbano de Castro (Urbano de Castro), David Gabriel José Ferreira (David Zé), Artur de Jesus Nunes (Artur Nunes), Pedro Fortunato, Arsénio José Lourenço Mesquita (Sianuk), António Lourenço Galiano da Silva, Domingos Ferreira de Barros (Sabata), ex soldados de la Novena Brigada, ex soldados del Destacamento Femenino y ex soldados de la DISA, víctimas del 27 de Mayo de 1977, para su exhumación y su entrega a sus familiares.
Los restos mortales de Jeremias Kalandula Chitunda, Elias Salupeto Pena y Adolosi Paulo Mango Alicerces, serán entregados a sus respectivas familias, que fueron incluidas en combate en el conflicto postelectoral del 1991 en la ciudad de Luanda.
Con respecto al tiempo transcurrido, prevemos que no vamos a ser capaces de localizar e identificar los restos mortales de todas las víctimas, pero haremos todo lo posible para que el mayor número posible de familias afectadas puedan realizar un funeral digno para las víctimas, que son sus seres queridos. Pedimos comprensión a todos aquellos casos que no han conseguido ese objetivo.
Creemos que dicho gesto, lleno de emoción y simbolismo, supone un gran alivio para los familiares de las víctimas, pero también para el Estado de Angola que, a través del actual Ejecutivo, ha decidido romper el silencia de más de cuatro décadas.
Este momento supone la alegría, y al mismo tiempo, el derramamiento de lágrimas contenidas durante varios años, que nos trae el deseado alivio y nos llevan a comprometernos a no permitir que nuestro país vuelva a vivir similares hechos lamentables.
Debido a la necesidad de mantener el secreto hasta hoy, solo en los próximos días se realizarán las primeras excavaciones y se darán los primeros pasos de convertir en realidad lo que acabamos de anunciar. El Estado angoleño, consciente de la importancia y la necesidad de hacerlo, por iniciativa propia, abre una nueva página en nuestra historia y alienta a todos los demás actores e implicados en los conflictos políticos a hacer lo mismo.
La historia no se desvanece, hay que asumir la veracidad de los hechos para que las sociedades tomen las mediddas preventivas necesarias, para evitar que se repitan tragedias similares.
Estos personas heroes y generosas, que han demostrado su capacidad de perdonar y ser tolerantes, merecen escuchar de aquellos responsables de dichos hechos una disculpa pública y perdón por las almas de Tito Chingungi, Wilson dos Santos y sus valientes, valientes. las mujeres de las fogatas de Jamba, los pasajeros del tren Zenza-do-Itombe, los mártires en las ciudades de Cuito (Bié) y Huambo, y otros no mencionados aquí.
Estamos convencidos de que, con este gesto, las almas de las víctimas de los conflictos políticos tendrán la paz necesaria para un descanso eterno.
Con este paso de página, que nos lleva a la verdadera reconciliación de los angoleños, independientemente de los colores partidistas, exhorto a todos los ciudadanos angoleños a dedicar todos nuestros conocimientos, todas nuestras energías a favor de la construcción del proyecto de nuestra nación, el desarrollo económico y social, la prosperidad y el bienestar de los angoleños.
¡Viva la paz y la reconciliación nacional!
¡Viva Angola!