La comunidad internacional está negociando un Pacto Mundial sobre Migración.
En una de las reuniones preparatorias, la representante de la ONU en las negociaciones pedía una mejor coordinación de los gobiernos nacionales y locales para hacer frente a las necesidades de los migrantes.
«A pesar de que las pruebas empíricas muestran lo contrario, se asume que los trabajadores migrantes tienen un efecto negativo en los salarios y los estándares de vida de los trabajadores locales. Aunque contribuyen a los impuestos y la seguridad social en los países de destino, para muchos es imposible disfrutar de los beneficios de estas contribuciones si regresan a sus hogares», decía Louise Arbour.
Ese Pacto Mundial sobre Migración es un compromiso internacional adoptado en 2016 para abordar de forma conjunta los principales retos de la movilización humana y la cooperación global.
Uno de los puntos que se está negociando, explicó la OIM, es tratar de convencer a los gobiernos de que no confinen a los inmigrantes sin papeles en centros de detención.