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Las causas y consecuencias del matrimonio infantil

Hace poco varias agencias de la ONU revelaron que la región es todavía la segunda en el mundo con mayor cantidad de embarazos adolescentes, un problema que se encuentra profundamente interconectado con los matrimonios infantiles.

“Los motores son de doble vía, es decir, son causa y consecuencia al mismo tiempo. Un ejemplo muy claro está vinculado con el embarazo de adolescentes”, explica al señalar que cuando una niña menor de 18 años se embaraza, la decisión, ya se tomada por la familia, la comunidad o incluso por la niña, es que se case. “Así el embarazo opera como causa”.

Pero también si la razón principal para casarse antes de los 18 es otra, el riesgo de que la niña se quede embarazada después es muy alto. “Ahí el embarazo funciona como consecuencia”.

Otra causa y consecuencia del matrimonio infantil es la violencia sexual. Según datos de UNICEF más de un millón de niñas y adolescentes son víctimas de este tipo de abuso, y muchas veces son obligadas a casarse con sus agresores para ocultar el delito o porque algunas familias piensan que no hacerlo es caer en “deshonra”.

“Además generalmente entran en una unión de disparidad de edad, cuando su pareja puede tener dos tres veces su edad y entra en condiciones de mayor riesgo de violencia”, dice Abdool.

La pobreza combinada con normas sociales, roles y relaciones de género influyen en la creencia de que la unión temprana es aceptable, e incluso deseable, como una elección de vida.

“Abandonan la escuela porque ahora tienen otro proyecto de vida, o por el hecho de ser madre o esposa a una edad temprana le expulsan de la escuela, entonces se cortan sus posibilidades y las oportunidades que tienen para su futuro”, comenta la experta.

Además, existen lagunas en la legislación nacional que pueden permitir el matrimonio antes de los 18 años o incluir excepciones para permitirlo con el consentimiento de los padres, el representante legal o la autoridad judicial.

Estos factores unidos a la desigualdad de género para las niñas en América Latina impiden que las niñas tengan mayores opciones y oportunidades.

“Si no están completando la escuela, si son madres de edad temprana, si quedan embarazadas adolescentes, esto tiene consecuencias a nivel de su salud física, su salud mental, su inclusión social, con sus redes de pares en familias y comunidades, y pues la falta de educación le quita la posibilidad de desarrollar las habilidades de la vida, afecta su capacidad de incorporarse en el mercado laboral con condiciones decentes entonces el impacto es a múltiples niveles”.

Cabe destacar que, en la región, el matrimonio infantil y las uniones tempranas entre niñas indígenas, niñas que viven en áreas rurales y grupos de población de ingresos medios y bajos son más altos que aquellos en áreas urbanas y en los quintiles de altos ingresos. Así mismo, las uniones tempranas no matrimoniales son más frecuentes que el matrimonio formal y legal.

Los países con mayor incidencia del matrimonio infantil

Según los estudios hechos sobre los datos disponibles, Nicaragua, República Dominicana, Brasil, Honduras, Guatemala, Cuba, Belice y Panamá encabezan la lista de países con mayor cantidad de uniones tempranas.

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