A pesar de los intentos por aumentar el número de personas que reciben tratamiento antirretroviral en África central y occidental, la zona se encuentra lejos de alcanzar sus objetivos. Para agilizar el proceso, varias organizaciones proponen a los médicos que deleguen en el resto del personal sanitario y las comunidades locales.
El 30 % de las muertes de la región se producen por enfermedades relacionadas con el virus. Aunque hace siete meses se lanzó un plan para mejorar la actuación, solo se ha experimentado un aumento del 10 % en el número de personas bajo tratamiento, lo que “no resulta suficiente”, según el director ejecutivo de ONU Sida, Michel Sidiblé.
Esto sucede porque las comunidades cuentan con un número reducido de médicos que, en muchos casos, no tienen capacidad para abordar el problema en su conjunto. Por lo tanto, los expertos proponen delegar las tareas no médicas en las comunidades locales, otorgándoles un mayor margen de maniobra a la hora de responder a sus propias necesidades.
El Fondo mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria ha indicado que resulta necesario impulsar la financiación nacional para que los países se impliquen de forma más activa y se puedan diseñar programas sostenibles. Esto sería posible al reducir los costes sanitarios, descentralizando los sistemas y aprovechando las innovaciones en cuanto a medicación y estrategias.