A nivel mundial, la participación de las mujeres en los órganos legislativos únicos o en los parlamentos nacionales alcanzó el 23,4% en 2017, solo un 10% más que en 2000.
A propósito de conmemorarse el día internacional de la mujer es oportuno construir una antología de los avances de su participación en el desarrollo social y económico en la sociedad, no obstante significa un momento para poner en la mira las persistentes limitaciones de igualdad de género que siguen apuntando a un desafío de cumplimiento de la agenda 2030, a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una iniciativa de la Naciones Unidas.
El papel de la mujer ha contado con una transformación, sin embargo la igualdad de género constituye un efecto importante en la productividad, en la proyección de un mundo pacífico y justo, tal como lo refiere el ODS número 5: lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
Para hacer de este objetivo una realidad es necesario modificar las leyes discriminatorias y adoptar otras que promuevan activamente la igualdad, como un esfuerzo energético.
Y tal como lo reseña el informe el progreso de las mujeres en el mundo 2015–2016: Transformar las economías para realizar los derechos de ONU mujeres “para respaldar el logro de la igualdad sustantiva, las políticas económicas y sociales deben trabajar al unísono”.
El reconocimiento del cumplimento de la igualdad de género, no solo es un derecho humano, sino una proyección hacia un entorno macroeconómico favorable, donde la mujer tendría importante participación económica, emprendiendo toda dinámica y potencial.
Se pueden evocar mujeres como: Rosalind Franklin (1920-1958), premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1962, quien fue la primera mujer en fotografiar la molécula del ADN y en la actualidad Radia Joy Perlman (1951, Portsmouth, Virginia) una creadora de software e ingeniera de redes, experta en seguridad, conocida como la Madre de Internet. Ambas han contribuido al desarrollo científico global.
Sin embargo, la labor de alcanzar importantes avances continúa siendo un reto, tomando en cuenta lo expresado en el informe sobre los Progresos de la Agenda 2030, donde se especifica que el 19% de las mujeres de entre 15 y 49 años de edad dijeron que habían experimentado violencia física o sexual de manos. En 2012, casi la mitad de las mujeres víctimas de un homicidio intencional en todo el mundo fueron asesinadas por su pareja o un familiar, en comparación con el 6% de los hombres.
Además, apenas la mitad de las mujeres de entre 15 y 49 años (un 52%) que están casadas o viven en pareja toman sus propias decisiones en materia de relaciones sexuales consentidas, usan anticonceptivos y acuden a los servicios de salud.
De igual modo, a nivel mundial, la participación de las mujeres en los órganos legislativos únicos o en los parlamentos nacionales alcanzó el 23,4% en 2017, solo un 10% más que en 2000.
Aunque la labor puede ser titánica, en el Día Internacional de la Mujer, se conmemora una solicitud de cambios, comenzando por todos y cada uno de nosotros, también se celebra la valentía y la determinación de mujeres.