En la Cumbre Mundial 2025 de la Federación para la Paz Universal, Al Jarwan pide un orden mundial más justo y tolerante
Seúl, Corea del Sur – Durante la segunda sesión plenaria del Foro de la Unión Asia-Pacífico, celebrado como parte de la Cumbre Mundial 2025 organizada por la Federación para la Paz Universal (UPF), S.E. Ahmed bin Mohammed Al Jarwan, Presidente del Consejo Global para la Tolerancia y la Paz (GCTP), pronunció un poderoso discurso bajo el tema: “Desafíos contemporáneos al orden mundial: Hacia una nueva era de paz y prosperidad”.
En su discurso, Al Jarwan hizo hincapié en la urgente necesidad de restaurar los valores éticos y humanitarios como base para reconstruir la confianza en el sistema internacional. Advirtió del alarmante aumento de la incitación al odio y de la propagación de la exclusión y la división, síntomas, señaló, de un egoísmo desenfrenado y de una competencia mundial desleal.
“Esta erosión de la solidaridad internacional ha conducido al declive de la empatía, al aumento de la exclusión, al miedo al otro y a una desconfianza cada vez mayor entre pueblos y gobiernos”, declaró, afirmando los continuos esfuerzos del GCTP -a través de sus instituciones- para combatir el discurso del odio y promover una cultura de tolerancia a través de la legislación, la educación y la cooperación mundial.
Al Jarwan abogó por la formación de una nueva alianza internacional basada en los principios de justicia social, transparencia y desarrollo sostenible. Destacó iniciativas clave del Consejo, como el Programa de Máster en Estudios sobre Tolerancia y Paz Global, el Consejo de Líderes Religiosos y la Carta de la Paz Universal.
También hizo hincapié en la necesidad de respetar estrictamente el derecho internacional, instando a la rendición de cuentas por parte de los Estados que violan las convenciones mundiales y pidiendo una postura internacional unificada para restablecer el equilibrio en el orden mundial.
En cuanto a las crisis internacionales, Al Jarwan prestó especial atención a la tragedia de Gaza. Describió el asedio, la matanza y la destrucción sistemática a la que se enfrenta el pueblo palestino como “una violación flagrante de todas las normas y convenciones internacionales” y pidió una investigación internacional imparcial y enjuiciamiento justo de los responsables. Insistió en la importancia de aplicar las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, incluida la creación de un Estado palestino independiente.
Al Jarwan concluyó afirmando que la paz y la tolerancia ya no son opcionales, sino esenciales.
“El odio no puede construir naciones, no puede asegurar la paz y no puede sostener la prosperidad. La paz no es un lujo, es un requisito previo para cualquier avance verdadero”, afirmó, instando a la comunidad internacional a traducir la retórica de la tolerancia en políticas prácticas y marcos institucionales para construir un futuro más estable y humano.