Los grupos armados los han liberado de sus filas tras unas negociaciones apoyadas por UNICEF, que ha destacado que “por cada niño liberado, se marca el comienzo de una nueva vida”. Se espera que sean mil los menores que dejen la guerra en los próximos meses, pero aún quedan 19.000 niños soldados en el país africano.
Unos 112 niños y 95 niñas podrán regresar a sus hogares tras ser desmovilizados por el Movimiento de Liberación Nacional de Sudán del Sur, que en 2016 firmó un acuerdo de paz con el Gobierno y ahora integra sus filas en el Ejército Nacional.
La liberación ocurrió en la comunidad rural Bakiwiri en el estado de Equatoria Occidental. Es la segunda vez este año que grupos armados dejan regresar a su vida normal a los niños. A principios de febrero, más de trescientos fueron liberados en el pueblo de Yambio y ahora se encuentran con sus familias o en centros de atención apoyados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
«Ningún niño debería tener que recoger un arma y luchar», dice Mahimbo Mdoe, representante de UNICEF en Sudán del Sur. «Por cada niño liberado, se marca el comienzo de una nueva vida.
UNICEF se enorgullece de apoyar a estos niños para que regresen con sus familias y comiencen a construir un futuro mejor «.
Durante una ceremonia los niños fueron formalmente desarmados y vestidos con ropas civiles. Los menores serán examinados por el personal médico y recibirán asesoramiento y apoyo psicosocial como parte del programa de reintegración que lleva a cabo UNICEF.