Amamantar no es sólo una cuestión de madres. Las clínicas y los hospitales deben informar y crear un ambiente favorable. Con ese Objetivo, la Organización Mundial de la Salud y UNICEF han lanzado una guía para apoyar esta práctica en los centros sanitarios que proporcionan servicios neonatales y de maternidad.
La lactancia materna o natural es la piedra angular de la supervivencia infantil, puesto que constituye la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables. De hecho, no existe ningún alimento más completo que la leche de la madre para que los niños crezcan protegidos, inteligentes, despiertos y llenos de vida.
“La lactancia materna salva vidas; ayuda a mantener a los bebés sanos desde sus primeros días hasta su madurez”, declaró Henrietta H. Fore, directora ejecutiva de UNICEF.
Por este motivo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización Mundial de la Salud consideran que son los hospitales y los centros dedicados a la maternidad, representantes de sus países en la lucha a favor de una cobertura sanitaria universal, quienes deben ejercer el liderazgo a la hora de promover esta práctica.
Hacia una feliz lactancia natural
Estos son las medidas más importantes que se recomiendan a los servicios de maternidad y atención a los recién nacidos para mejorar la lactancia materna. “Con estos pasos, aplicados de la forma adecuada, podemos mejorar las tasas de lactancia en todo el mundo y ayudar a los niños a que empiecen su vida de la mejor forma posible”, indicó la titular de UNICEF.
1. Informar a todas las embarazadas y sus familias de los beneficios que ofrece la lactancia natural y la forma de ponerla en práctica.
2. Facilitar el contacto físico y ayudar a las madres a iniciar la lactancia cuanto antes posible tras el parto.
3. Ayudar a las madres a iniciar y mantener la lactancia y gestionar las dificultades habituales.
4. No dar a los recién nacidos más que la leche materna, sin ningún otro alimento o bebida, a no ser que estén médicamente indicados.
5. Facilitar la cohabitación de las madres y los niños durante las 24 horas del día.
6. Apoya a las madres a reconocer y responder a las necesidades alimentarias de sus hijos.
7. Asesorar a las madres en cuanto al uso y los riesgos de los biberones, tetinas y chupetes.
8. Coordinar el trabajo de tal manera que los padres y sus hijos tengan acceso a servicios de atención y apoyo.
A esos ocho pasos, se añaden dos procedimientos de gestión relevantes:
1. Cumplir en su totalidad con el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna y las resoluciones de la Asamblea General que resulten pertinentes. Disponer de una política por escrito relativa a la lactancia natural que sistemáticamente se ponga en conocimiento de todo el personal de atención de la salud. Establecer sistemas de supervisión y gestión de datos permanentes.
2. Garantizar que todo el personal de salud tenga el conocimiento, competencias y habilidades necesarias para apoyar lactancia natural.