El consumo de fármacos, sin fórmula médica, puede poner en riesgo la salud y la vida misma.
Ingerir medicamentos sin prescripción de un profesional de la salud puede desencadenar graves trastornos que van desde alteraciones en el sistema nervioso hasta alguna intoxicación con daños irreversibles al organismo y la salud.
“El consumo de fármacos por la vía libre puede generar reacciones alérgicas con riesgo para la vida y afecciones críticas en el sistema nervioso como mareos, náuseas, disminución en el estado de conciencia y somnolencia, lo que afecta no solo en lo físico sino en el rendimiento diario”, explica el neurólogo Arturo Benítez.
El especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), adscrito al Hospital General de Zona número 1, en Coahuila, menciona que desafortunadamente, esta es una práctica común entre gran parte de la población.
El problema es mayor cuando la persona tiene un tratamiento prescrito para determinado padecimiento como diabetes, hipertensión, artritis o patologías cardiacas, cuyos fármacos, en combinación con otros, es posible que generen consecuencias graves.
La automedicación es más común cuando se presentan enfermedades aparentemente simples como gripa, tos y alta temperatura, en cuyo caso es aparentemente sencillo obtener medicamento para calmarlas. Según el experto, los órganos con mayor riesgo de daño son el hígado (falla hepática) y los riñones (insuficiencia renal), por lo que reitera sobre la gravedad de esta práctica e invita a acudir directamente a un profesional médico. Finalmente señaló que el organismo de cada persona es diferente, y lo que puede ser de gran utilidad para una es altamente perjudicial para otra. De ahí la importancia de que todo lo que se administre en la búsqueda de la salud sea recomendada por un especialista en la rama que corresponda al malestar.
FUENTE / EFE