Los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobaron por unanimidad una resolución en la que manifiestan su preocupación por la situación humanitaria y de seguridad en las zonas afectadas por el brote de ébola en la República Democrática del Congo.
Esta falta de protección dificulta “seriamente” las actividades de respuesta a la enfermedad y facilita la propagación del virus “tanto en el país como en la región”, señala el documento que, a su vez, demanda el cese inmediato de las hostilidades de todos los grupos armados/rebeldes que operan en el país.
El texto, que fue presentado por Etiopía y Suecia, también alienta al Gobierno y a la Organización Mundial de la Salud a mejorar “la transparencia y la precisión” de los informes diarios sobre la situación de la enfermedad, y recordó que la responsabilidad de proteger a los civiles recae en el ejecutivo congolés.
Asimismo, solicitó al Gobierno a activar “los protocolos y las medidas preventivas establecidos en materia de seguridad y salud”, y mantener informada a la población con el fin de evitar que se propague la desinformación “y la alarma indebida sobre la transmisión y el alcance del brote”, entre los congoleños y las comunidades.
La resolución destaca la importancia de mantener el apoyo a la nación africana, especialmente a nivel “internacional, financiero, técnico y en especie”, y demanda una respuesta específica en cuestión de género, ya que el ébola afecta de maneras diferentes a hombres y mujeres.
El embajador de Etiopía, Taye Atske Selassie Made, dijo al Consejo que la resolución «enviará un mensaje contundente y contribuirá a movilizar el apoyo y el compromiso internacional para controlar el brote de Ébola».
Peligro de propagación regional
Los integrantes del Consejo advirtieron del riesgo de propagación regional de la enfermedad y expresaron una “gran preocupación” por la posibilidad de transmisión del virus a los países vecinos como Uganda, Rwanda, Sudan del Sur y Burundi.
Igualmente alentaron a los Gobiernos de esas naciones a continuar su preparación “en materia de disponibilidad operacional en plena cooperación con la OMS”.
El representante de Suecia, Carl Skau, dijo que «la República Democrática del Congo se encuentra en un momento crucial de su historia, y el último brote del Ébola supone un reto adicional a una situación ya de por sí difícil».
El actual brote de ébola se inició en las provincias de Kivu del Norte e Ituri el pasado mes de agosto. Según los datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud a 23 de octubre, habría 212 casos de la enfermedad confirmados y 35 probables.
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