El Embajador de Kazajistán en los Emiratos Árabes Unidos concede la Medalla Presidencial de Honor a Ahmed bin Mohamed Aljarwan
Su Excelencia Rauan Zhumabek, Embajador de la República de Kazajistán ante los Emiratos Árabes Unidos, otorgó a Su Excelencia Ahmed bin Mohamed Aljarwan, Presidente del Consejo Global para la Tolerancia y la Paz, la Medalla de Honor concedida por Su Excelencia Kassym-Jomart Tokayev, Presidente de la República de Kazajistán, en reconocimiento a sus distinguidos esfuerzos internacionales en la promoción de los valores de la tolerancia y la paz, así como en el impulso del diálogo interreligioso e intercultural a nivel mundial.
La medalla y su certificado oficial, firmados por el Presidente Tokayev, fueron entregados durante un encuentro celebrado en la residencia de Su Excelencia Ahmed Aljarwan en Sharjah. Este alto reconocimiento refleja el profundo aprecio del liderazgo kazajo por las valiosas contribuciones de Aljarwan al fomento de una cultura de convivencia pacífica, al fortalecimiento del respeto mutuo y a la promoción del entendimiento entre los pueblos y las sociedades.
Durante la reunión, el Embajador Zhumabek elogió el destacado papel de liderazgo de Aljarwan a través de su presidencia del Consejo Global para la Tolerancia y la Paz, subrayando las iniciativas internacionales del Consejo destinadas a apoyar los esfuerzos globales de construcción de la paz, combatir el discurso de odio y el extremismo, y promover un diálogo civilizacional constructivo.
Por su parte, Aljarwan expresó su profundo agradecimiento y reconocimiento al Presidente Kassym-Jomart Tokayev y a la República de Kazajistán —a su liderazgo y a su pueblo—, afirmando que esta condecoración representa una fuente de orgullo y un fuerte estímulo para continuar trabajando en la consolidación de los valores de la tolerancia y la paz, así como en el fortalecimiento de la cooperación internacional al servicio de la humanidad.
Aljarwan también destacó el papel relevante que desempeña la República de Kazajistán en el apoyo al diálogo interreligioso e intercultural, señalando sus iniciativas pioneras que han posicionado a la capital, Astaná, como una plataforma global para el diálogo y el entendimiento mutuo entre líderes religiosos e intelectuales de todo el mundo.

