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Escuchar: La clave para evitar el suicidio en los adolescentes

Es la tercera causa principal de defunción en todo el mundo en un grupo etario de 15 a 29 años, siendo éste el más vulnerable y la sexta causa de muerte para aquellos de entre 5 a 14 años.

La mala comunicación es un rasgo común entre las familias destrozadas por el suicidio de un adolescente según estudios; es por eso que escuchar a los jóvenes, sobre todo cuando muestran conductas conflictivas o estén pensando en el suicidio, es la clave para salvarlo y la primera regla para hacerlo es simple: Nunca deje de intentarlo.

La Organización Mundial de la Salud ha alertado que 1,2 millones de adolescentes fallecen en el mundo por diversas causas que podrían evitarse, pero en Europa y Asia Occidental el suicidio es la primera o segunda causa de muerte en los adolescentes.

El suicidio es la tercera causa principal de defunción en todo el mundo en un grupo etario de 15 a 29 años, siendo éste el más vulnerable y la sexta causa de muerte para aquellos de entre 5 a 14 años.

Escuchar es la clave. Según varios estudios la interacción entre padres e hijos puede influir en evitar un posible suicidio, pero para que sea eficaz es necesario que vea a su adolescente cuando estén hablando, no interrumpa, cuide el tono de su voz, haga preguntas que estimulen la conversación, aproveche las oportunidades para conversar cada vez que pueda, siéntase libre para compartir sus propias experiencias, aún aquellas que podrían hacerlo quedar no muy bien, asegure a su hijo repetidamente que puede contar con usted para cualquier problema y manténgase alerta para cualquier señal de que su adolescente quiere hablar.

Muchos de los síntomas de las tendencias suicidas son similares a los de la depresión. Los padres deben de estar conscientes de las siguientes señales que pueden indicar que el adolescente está contemplando el suicidio: cambios en los hábitos de dormir y de comer, retraimiento de sus amigos, de su familia o de sus actividades habituales, actuaciones violentas, comportamiento rebelde o el escaparse de la casa, uso de drogas o de bebidas alcohólicas, abandono fuera de lo común en su apariencia personal, cambios pronunciados en su personalidad, aburrimiento persistente, dificultad para concentrarse, o deterioro en la calidad de su trabajo escolar.

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